martes, 20 de octubre de 2009

Facturas hundirían a Gutiérrez




Petróleo, mujeres, y supuestos cobros ilícitos. Los secretos de Petro-Perú que se guardaban celosamente en el interior de la estratégica empresa del Estado van saltando a la palestra luego de que El Comercio revelara un hecho desconocido hasta hace dos semanas: la inicialmente negada y ahora publicitada relación entre el hombre que dirigió la citada entidad durante los dos primeros años del actual régimen aprista, César Gutiérrez Peña (52), y la rubia, fotogénica y siempre ubicua Lily Lemasters (49), representante de la empresa noruega Discover Petroleum Internacional (DPI), que ganó la concesión de cinco lotes petroleros en el 2008. Tema que sirvió de base para el escándalo de los “petroaudios”.

Ese Diario, como se recuerda, publicó detalles inéditos sobre la relación entre ambos personajes, así como sus viajes y citas en el extranjero. Al principio, el ex titular de Petro-Perú negó a Lemasters, pero luego se retractó y terminó declarando a los cuatro vientos su amorío con la mencionada traductora. Después viajó a EE.UU. a encontrase con ella, quien también fue pareja de Rómulo León, el otro asesor de la empresa noruega, hoy preso. Sin embargo, nadie esperó que la revelación de los contactos entre Gutiérrez y Lemasters (representante de Jostein Kjerstad, el enjuiciado presidente de Discover) motivaría la aparición de una testigo clave en el caso de los “petroaudios”: Marta Silva Cárdenas, la ex pareja de Gutiérrez.

Esta mujer, quien por su cercanía a Gutiérrez accedió a los secretos de Petro-Perú entre el 2006 y el 2008, fue entrevistada el último domingo en el programa “Cuarto Poder” de América Televisión. Allí involucró a su ex pareja en presuntos cobros y negociados con la empresa Discover a través de Lemasters. Además, sostuvo que Gutiérrez, mientras era presidente del directorio de Petro-Perú, cobraba a empresas nacionales e internacionales a cambio de asesorías, consultorías, foros y exposiciones. La declaración de Silva fue de tal calibre que el miércoles pasado el procurador anticorrupción Jorge Caldas Malpica denunció a Gutiérrez por colusión y defraudación tributaria, entre otros delitos.

El Diario indagó en el tema de las asesorías paralelas que denunció Silva Cárdenas y encontró indicios de que, entre el 2006 y el 2008, Gutiérrez habría mantenido una relación indebida e incompatible con empresas vinculadas al rubro energético, petrolífero, gasífero y hasta de telecomunicaciones. El ex titular de Petro-Perú habría utilizado a terceras personas para cobrar importantes sumas de dinero a las empresas que requerían de sus servicios, ya que él estaba impedido de realizar estas prácticas debido al cargo que entonces ostentaba. Según el testimonio brindado por Marta Silva a El Comercio, Gutiérrez se valió de ella para realizar estos cobros ilícitos. “Yo emitía facturas a mi nombre, como persona natural, para poder cobrar los servicios especializados que en realidad brindaba César [Gutiérrez] y no yo”, dijo Silva, cuya relación sentimental con el ex titular de Petro-Perú acabó a fines de abril pasado, luego de ocho años.

NO FACTURÓ, PERO COBRÓ
Gutiérrez —de acuerdo con la versión de la testigo y sobre la base de las indagaciones de este Diario— habría trabajado para la empresa estatal de petróleo y, a la vez, asesorado a entidades privadas como Petrobras, Pluspetrol, Petrolífera, Nextel, Vopak, Catacaos Energy, GNC Energía Perú, G&W Group, Energía Eólica, entre otras [las mismas que tienen las puertas abiertas para hacer sus descargos]. Así lo revela no solo el testimonio de Silva, sino también las decenas de facturas emitidas por la ex pareja de Gutiérrez. Estos documentos —que sirvieron para que el procurador Caldas denunciara a Gutiérrez, y a los que también accedió El Comercio— serán piezas fundamentales en la investigación que tendrá a su cargo la titular de la Tercera Fiscalía Anticorrupción, Juana Meza. La testigo, además, indicó que el dinero que facturó y cobró a las empresas lo recibió en efectivo y a veces en cheques que luego entregó a su pareja.

César Gutiérrez, ingeniero de profesión, señala en su defensa que fue su ex pareja la que realizó por cuenta propia esas consultorías y que ella cobró y se benefició con las mismas. Su versión, sin embargo, se torna poco creíble luego de observar los conceptos por asesorías especializadas y técnicas que se muestran en las facturas emitidas por Silva, quien se desempeña como periodista desde antes de conocer a Gutiérrez. Estos son algunos de los conceptos de las facturas: “Asesoría para la promoción de la tecnología eólica”, “Servicios prestados para la ejecución del análisis económico de la producción temprana de los lotes 106 y 107 de Petrolífera”, “Foro de energía renovable en el corto plazo”, “Crecimiento exponencial de la telefonía móvil”, “Precio de los hidrocarburos”, entre otros conceptos vinculados al entorno de especialistas en la materia y no al periodismo.

Según Silva —que tiene una deuda de más de S/.100 mil con la Sunat ya que Gutiérrez no pagó los impuestos de ley de la facturación— ella no fue la única que utilizó Gutiérrez para encubrirse. En las facturas de la testigo también están los nombres de conocidas empresas de relaciones públicas vinculadas al mundo energético y petrolero. Estas organizaciones, vinculadas a Gutiérrez, habrían facturado de la misma forma que lo hizo Silva. Existen facturas por montos de hasta 9 mil dólares. Pero hay más. Gutiérrez habría continuado realizando consultorías a empresas del rubro y cobrando a través de las facturas de su ex pareja incluso meses después de dejar Petro-Perú, pese a que la legislación dice que todo servidor público está impedido de trabajar, durante el año siguiente a su salida del sector estatal, en cualquier empresa privada del mismo rubro en el que se desempeñó cuando era parte del Estado.

“Suponíamos que eran pareja”
El actual gerente general de Petro-Perú, Miguel Celi Rivera, y Gabriela Eyzaguirre Santa Ana, secretaria de la presidencia de dicha entidad, confirmaron a este Diario que Marta Silva Cárdenas acudía a la sede de la empresa petrolera para visitar al ex titular de Petro-Perú, César Gutiérrez.

Como se recuerda, el protagonista de los “petroaudios” y hoy denunciado por realizar consultorías paralelas a pesar del cargo público que tenía, ha minimizado las declaraciones de la testigo indicando que ella era una persona más del grupo de consultores que trabajaba con él y que nunca tuvo una “relación formal” con ella.

Silva, de acuerdo con otros testimonios, se reunía constantemente con Gutiérrez en el mismo despacho de la presidencia del directorio, ubicado en el piso 21 del emblemático edificio de las avenidas Paseo de la República y Canaval y Moreyra. En conversación con este Diario, Celi Rivera dijo que a través de terceras personas que laboran en Petro-Perú se ha enterado de que la señora Silva Cárdenas acudía a las instalaciones de la empresa petrolera del Estado. En tanto, la secretaria Gabriela Eyzaguirre confirmó que Silva llegaba hasta dos veces por semana a Petro-Perú para visitar a Gutiérrez, quien la recibía en su despacho. “Suponíamos que ambos eran pareja”, dijo la empleada de la presidencia. (El Comercio)

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JAIME ESPEJO ARCE