lunes, 29 de octubre de 2012

El principio de autoridad


Fotos: Archivo digital de LaRepublica.pe
Si el jueves fue el día más difícil de la alcaldía de Susana Villarán, por el avance de la revocatoria y la sensación de fracaso del operativo en La Parada, ayer sábado fue el mejor en lo que va de este municipio por el operativo policial que tomó control de esta zona a través del restablecimiento del principio de autoridad.
Algo importante no salió bien en el operativo del jueves y lo más probable es que esto obedeciera a deficiencias en la inteligencia para conocer la real situación en La Parada. 
Por ello, el balance del viernes era que la delincuencia y la ilegalidad se imponían al orden, pero eso cambió ayer gracias al esfuerzo articulado que se relanzó con rapidez entre el municipio, los ministerios del Interior y Agricultura, y la Policía.
La clave del operativo fue la coordinación interinstitucional, algo que no es frecuente en el sector público peruano. Incluso, no ocurrió lo que suele suceder ante los primeros indicios de fracaso: salvar responsabilidades echándose la culpa.
Por el contrario, el municipio y la Policía acordaron no perder el paso y, tras correcciones indispensables, relanzar con rapidez el operativo.
El respaldo del presidente Ollanta Humala tras el operativo del jueves fue crucial, lo cual se plasmó en los ministerios de Agricultura, para  que la ciudad no quede desabastecida de alimentos, y del Interior, para el nuevo operativo policial.
El trabajo de las fuerzas dirigidas por los generales Raúl Salazar y Aldo Miranda fue encomiable, tanto por su efectividad como por la estrecha coordinación con la autoridad civil representada en el municipio.
También fue importante el respeto a los derechos humanos incorporado en el operativo, y la participación de la Fiscalía, la cual enmendó problemas iniciales. Al respecto, será importante que esta vez no haya impunidad con los delincuentes que fueron detenidos en La Parada.
Este proceso ocurrió en un entorno político hostil, con rumores falsos de saqueos en varios mercados; políticos queriendo aprovechar la situación; y algunos medios dispuestos, como señaló el viernes Santiago Pedraglio, a alentar la resistencia de los comerciantes.
Destaca en este contexto un pobre mequetrefe como Marco ‘Turbio’ Gutiérrez, mascarón de proa de varios intereses subalternos aconchabados en torno a la revocatoria.
Mientras los camiones empezaban a llegar anoche al mercado de Santa Anita, lo ocurrido ayer fortalece a la alcaldesa Villarán para enfrentar dicha revocatoria pero, más importante que eso, para avanzar en reformas cruciales para Lima como las del transporte público y la comercialización de alimentos que, aunque todavía deben seguir un proceso largo y enfrentar a intereses mafiosos, ya empiezan a parecer irreversibles.